Segunda entrega de la serie "La esquina del perro".
Mientras el hombre a fuerza de soplete esta armando una parrilla el perro mira que pasa por la calle. Y no pasa nada.
Indiferente a las explosiones del soplete, tiene la mirada perdida, las orejas bajas y el pecho erguido.
Un tanto sepia, un tanto colores.
Los colores parecen diferenciar que es del hombre, y que es del perro.
2 comentarios:
empiezo a descubrir tus fotos! tenés que subir más!!! están buenísimas!! Además tienen mucha personalidad. besotes!!!
y...la calle es claramente del perro!!!!
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