En la fama y la riqueza, la moda se ve distinta; La elegancia y el glamour son solo un accesorio mas de la belleza y el poder. Y se ve por que. Buenos trajes, y hermosas pieles son para exclusivos.
Quien vive de la moda, es muy diferente al que la aprecia, y mucho mas diferente de quien la esquiva.
Bellas modelos, confecciones de vanguardia, diseñadores de ropa, peinados increíbles, maquillajes artísticos, un mundo que gira solo para la belleza.
La belleza no tiene fronteras, es arte aplicado, es naturaleza, tecnología, innovación, diseño.
La belleza tiene su lado oscuro; un lado oscuro que se pierde en los orígenes, y no se quiere ver.
Dentro de un buen traje, hay una persona que disfruta vestir bien.
Detrás de un buen traje, hay personas que los confeccionan y no pueden vestirlos.
Dentro de una bella piel, se abriga una persona con glamour.
Detrás de una bella piel, hay un criador/un cazador que la consigue.
Dentro de una modelo, hay una mujer que no come chocolate.
Detrás de una modelo hay miles de mujeres que se sienten feas.
Dentro de una modelo, hay una persona que no es dueña de su cuerpo.
Detrás de una modelo hay hombres que ven amores imposibles.
Detrás de todo esto estoy yo, que escribo lo que pienso de una foto tomada en un hotel de lujo.
La moda es una de esas virtudes del hombre: de transformar, de empujar los limites, trasgredir. En la fama y la riqueza, la moda se ve distinta; La elegancia y el glamour son solo un accesorio mas de la belleza y el poder.
Y se ve por que. Buenos trajes, y hermosas pieles son para exclusivos que viven una identidad distinta del que va a trabajar en tren todas las mañanas.
En la foto, Ingrid Grudke, y dos hermanos diseñadores de pieles finas, con toda una historia en la moda.
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